Muchas veces lo que no se espera se agradece más. Una tarde como otra cualquiera, en La Laguna, 09.10.09 temperatura primaveral, cosa rara, rara, rara... pero ahí estaban, para orgullo de sus propietarios y envidia de los que por allí paseaban.
Se mezclaba la tranquilidad y finura de los modelos más antiguos, con la bravura y potencia de los deportivos.
Aquello olía a "Pic-nic y a gasofa"
Hay que agradecer a todas esas personas que mantienen, cuidan y EXPONEN esas maravillas porque sin ellos probablemente sólo serían una imagen de cualquier peli, o de un trozo de papel.
Se mezclaba la tranquilidad y finura de los modelos más antiguos, con la bravura y potencia de los deportivos.
Aquello olía a "Pic-nic y a gasofa"
Hay que agradecer a todas esas personas que mantienen, cuidan y EXPONEN esas maravillas porque sin ellos probablemente sólo serían una imagen de cualquier peli, o de un trozo de papel.
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